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21/7/08

Algunos Tips...

Esto forma parte de un manual que desarrolle para la empresa donde trabajo, lo publico aquí por si a alguien le interesa la impresión a gran formato, aunque también el manejo de imagenes, interpolación e impresión de colores, sea pues que les sea de provecho.

En innumerables ocasiones hemos tenido problemas ala hora de la impresión de archivos debido a que no podemos imprimir los colores que el cliente tiene en pantalla, los archivos no vienen a una escala apropiada o a una resolución optima.
Así que veamos algunos puntos para una mejor calidad en el archivo enviado, que producirá como consecuencia una mejor calidad en el trabajo final.
La Resolución.
Fotografías.

A Menudo nos son enviados archivos con cantidades exorbitantes de dpi (puntos por pulgada), pero ala hora de impresión las imágenes salen pixeleadas esto ocurre por que casi siempre las imágenes provienen de internet, y originalmente no poseen una buena resolución entonces si la foto es mala, aunque la insertemos en un archivo de 1000 dpi la imagen saldrá mal si es modificada de su escalado natural. En este caso se debe tener cuidado de las imágenes que seleccionemos para nuestro trabajo, cuidando que estas tengan una buena resolución.Otro error muy común es que al insertar una imagen en nuestro trabajo la jalemos hasta hacer que quede al tamaño que requerimos, a simple vista esto no representa ningún problema, en especial si se trabaja en Corel, pero al hacer un zoom real se puede ver que al hacer más grande la imagen también se crecen los pixeles.
Un factor importante de tener en cuenta es la distribución de los pixeles y el tamaño de la imagen, existen imágenes de 72 dpi que pueden escalarse magníficamente mediante la interpolación. En mi experiencia personal hago la interpolación mediante porcentajes y no medidas directas, aumentando 10% el tamaño de la imagen, si empieza a haber complicaciones con los pixeles un filtro Sharpen puede corregirlos.
Existen programas como el Genuine Fractal que pueden interpolar la imagen de una forma rápida y útil, claro mientras no se modifique el tamaño en un rango mayor a 30 o 40 %.
Lo más recomendable es utilizar imágenes con una resolución de 300 dpi como mínimo.
También es importante tener en cuenta que en la impresión a gran formato la resolución de una fotografía la mayoría de las veces no importa tanto si nuestro proyecto final es un anuncio grande y que estará a una altura considerable, en este caso los pixeles no se verán, como es el caso de los anuncios espectaculares o luminosos.
El Formato TIFF. (Tagged Image File Format)
El formato TIFF almacena, por cada pixel, los 3 colores básicos en una proporción determinada (lo que determina el color real de dicho pixel), al contrario que otros formatos, que, para cada pixel, obtiene el color resultante de la mezcla RGB, y es éste valor el que almacena.
Tener, por separado y por cada pixel, los tres colores básicos que proporcionan el color real del pixel tiene una gran ventaja para imprimir, ya que el sistema de colores utilizado por las tintas sólidas es el opuesto al sistema de colores de luz. Así, el color de luz está formado por la terna RGB, y el color sólido de tinta, está formado por la terna CYK (cyan, yellow y magenta).
Cuando un archivo .jpg por ejemplo (o cualquier otro formato no comprimido), es impreso, el sistema invierte el dato de color real que tiene cada pixel y obtiene su homólogo en el sistema CYK; pero no existe una analogía perfecta entre un color real (mezcla de los 3 básicos) y su homólogo en el otro sistema. Y sí existe una analogía perfecta cuando lo que se invierten son alguno de los tres colores básico en estado puro, es decir, si invertimos el rojo sólo, el verde sólo o el azul sólo
Y de aquí proviene la ventaja del archivo TIFF si queremos imprimir la imagen fotografiada, ya que cuando la imagen va a ser impresa, sólo se tiene que invertir cada uno de los colores básicos que forman el pixel (RGB) en sus homólogos del sistema CYK, procesar el resultado y obtener el color real del pixel en el sistema CYK. Esto hace que el color impreso sea el más fiel a la imagen original captada por el sensor.
(fuente: http://artefoto.wordpress.com/2008/04/30/tiff-el-mejor-formato-para-imprimir/)
Una de las desventajas que las personas ven en el formato TIFF es que genera una importante cantidad de espacio (un RAW de 10 Mb produce aproximadamente 30 Mb) pero los archivos se pueden comprimir (preferentemente un algoritmo de compresión LZW) sin afectar la calidad de la imagen.
Los Colores.
Como ya vimos el formato RGB y el CMYK son muy diferentes (aunque parezca obvio, muchas personas, diseñadores principalmente, desconocen a ciencia cierta en que consiste la diferencia). Si queremos simplificar totalmente el contraste podemos concluir que CMYK= Impresión, RGB = Monitor.
Suele suceder, principalmente al trabajar en Photoshop que se utilicen colores brillantes en los diseños y hacer que el trabajo visualmente sea muy bonito, pero ala hora de mandarlo a impresión nos damos cuenta de que los tonos no son iguales, ya que los colores RGB no se imprimen, la impresora modifica los valores para hacerlos aproximados a los que estamos utilizando. Un modo sencillo de evitar esto es utilizando colores de la paleta CMYK en Corel o en Photoshop tener en cuenta siempre los valores que utilizamos, una nobleza del programa es que nos advierte que colores no podemos imprimir.
Como ya vimos el RGB y el CMYK son inversos, la mezcla de todos los CMYK es un negro absoluto y la mezcla de RGB es blanco, pero podemos tomar en cuenta que:
B+G = C
R+B= M
R+G= Y
Cuando se utiliza la paleta CMYK de Corel, hay que tener en cuenta que si seleccionamos el valor por defecto de negro (100% K) el color resultante será un gris oscuro, para lograr el negro debemos aumentar a 100 todos los colores.

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